El 5 de marzo celebramos el Día Mundial de la Eficiencia Energética, una fecha que busca recordarnos la importancia de realizar un consumo responsable de la energía e impulsar un cambio de vida y costumbres, donde la sostenibilidad y el bajo impacto ambiental sean una prioridad.
Un consumo eficiente de energía contribuye a cuidar el planeta, pero también mejora la calidad de vida de las personas. Acciones como integrar sistemas que mejoren el consumo de energía o priorizar el uso de los vehículos de movilidad personal como bicicletas y patinetes, no solo reducen nuestro impacto ambiental y optimizan el consumo de energía y recursos, también contribuyen a preservar nuestra salud y bienestar.
La bicicleta es un vehículo económico, ecológico, sostenible y saludable, y permite sortear los atascos y los problemas de aparcamiento, lo que se traduce en un ahorro de tiempo para el usuario. Entre los beneficios para la salud, los expertos destacan la mejora de la condición cardiorrespiratoria, la reducción de los niveles de estrés y la prevención de enfermedades.
A pesar del amplio consenso sobre las ventajas del uso de la bicicleta frente a los vehículos a motor, no todos los municipios cuentan con redes adecuadas y seguras para este medio de transporte. Itabona ofrece soportes que permiten alojar cualquier tipo y dimensión de bicicleta o patinete para que sean candadas con los antirrobos más comunes, permitiendo su ubicación en cualquier punto de la ciudad.
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